sábado, mayo 08, 2021

"Mujer Rota": Simone de Beauvoir en Extremadura

Y llegó la hora de nuestro primer monólogo. Había que tirar de nuestra "materia prima" y la actriz y cofundadora de Aran Dramática, María Luisa Borruel, constituía nuestro principal activo. Buscando textos por doquier, dimos con "La mujer rota" de Simone de Beauvoir, paradigma del feminismo universal y mujer comprometida con las luchas sociales de su tiempo. El libro de Beauvoir incluía tres narraciones breves y nos llamó la atención la segunda de ellas titulada "Monólogo". Narraba la noche insomne de una mujer despechada que se sumergía en un vendaval de reproches, autocompasión y egoísmo recalcitrante a través de un monólogo "flujo de conciencia" (stream of consciousness) y llamadas telefónicas desesperadas. 

"La víctima estupefacta de la vida que ella eligió". Así define Simone de Beauvoir a la protagonista del monólogo. Y, en una entrevista del periódico "Hoy", María Luisa decía: "La 'mujer rota' deja su trabajo, también a sus amigas, todo, y se integra en el entorno de su marido (que luego la abandona). Luego se da cuenta de que no tiene nada...Es el momento de soledad y de impotencia de una mujer que, en realidad, no entiende nada de lo que le ha sucedido." 

Para sacar adelante el proyecto contamos con el apoyo de la Dirección General de la Mujer de la Junta de Extremadura y del Teatro López de Ayala que dirigía Miguel Murillo. La obra se estrenaría el 25 de octubre de 1995 en la Sala Tragaluz de Francisco Espada (Paco para los amigos) formando parte de la programación del Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz.  

El equipo técnico-artístico estaba formado por Helena S. Kriukova (diseño de vestuario y escenografía); Juan Carlos Gallardo (diseño de iluminación); Pepa Casado (caracterización); Tony Martín (ayudante de dirección); la añorada Teresa Benítez (fotografía); Manuela Vázquez (producción ejecutiva) y quien firma a cargo de la adaptación del texto y la dirección de escena.


Situamos la acción en Nochevieja para fortalecer la sensación de soledad del personaje con una banda sonora que recogía los ruidos del jolgorio que llegaba desde la calle, estableciendo un potente contrapunto. Aprovechando que nuestra residencia en el casco antiguo de Badajoz disponía de un amplio altillo rectangular, María Luisa y yo ensayábamos allí de noche para mejor asimilar la atmósfera de la obra. Ya se sabe, siempre hay que crear las condiciones idóneas en los procesos de ensayos.

El aterrizaje en la Sala Tragaluz fue fluido y muy hospitalario. Paco Espada y su equipo nos pusieron todo tipo de facilidades. Es lo que tiene crear en provincias. Todo es más cercano y accesible. No se malgasta energía en el metro o desplazándose al lugar de ensayos en el extrarradio, sometidos a prioridades horarias ajenas. Juan Carlos y Helena dispusieron de tiempo para probar y afinar. María Luisa se hizo al espacio donde tendría lugar el estreno y Teresa Benítez (sus fotos acompañan este post) revoloteaba en el pequeño patio de butacas captando desde distintos ángulos las instantáneas de nuestro proceso creativo. Sonriendo siempre y recogiendo con su cámara los momentos claves. Te echamos mucho de menos, Teresa.

Y llegó la noche del estreno con asistencia del recientemente nombrado Consejero de Cultura, Francisco Muñoz, del director del Centro Dramático de Extremadura, Carmelo Sayago, y, cómo no, de nuestro compañero de aventuras, Miguel Murillo, director del Teatro López de Ayala y del Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz. El público llenó la pequeña sala Tragaluz durante dos días y se produjo ese fenómeno tan agradecido de cercanía entre intérprete y espectador...agradecido y arriesgado. No todo el mundo puede soportar la presión.

Escribió Leandro Pozas, crítico del periódico Hoy: "El personaje de la mujer es complejo y lleno de matices, difícil de dominar si la actriz que lo interpreta no cuenta con los recursos necesarios. Pero la actriz, María Luisa Borruel, que ha demostrado en muchas ocasiones sus dotes interpretativas, no defrauda. Sus registros de voz, los dramáticos, son amplios. Sabe contenerse para no caer en la facilidad del melodrama. Tiene una capacidad expresiva grande. Que el espectador no pierda detalle de esta interpretación es importante para valorar un trabajo difícil (un monólogo siempre lo es) y que se fije, por poner un ejemplo, en el momento en que la actriz conversa por teléfono con el marido: sus ojos subrayan a la perfección lo que ocurre en el interior del personaje. De la esperanza a la ira, pasando por la incredulidad, por la impotencia...Si no hubiera texto, el público entendería sin esfuerzos lo que está ocurriendo en su interior. Un fuerte aplauso para María Luisa Borruel, se lo merece, sin duda."


"Mujer Rota" no tuvo recorrido fuera de Extremadura. No recuerdo las causas. Los designios de los programadores son insondables. Sí recorrimos varias localidades de la región, teatros y casas de cultura. María Luisa traspasaba la cuarta pared con su talento en todos ellos. El reto asumido, el monólogo, sola en el escenario, se había resuelto brillantemente, modestia aparte. También hubo anécdotas. Recuerdo que a María Luisa se le concedió el honor de entregar el premio a la ganadora de un Concurso de Tartas en Talarrubias que tuvo lugar el día de la representación de "Mujer Rota". 

Por último, una curiosidad. Resulta que Simone de Beauvoir estuvo en Extremadura. A mediados de la década de los cincuenta. En el tercer volumen de sus memorias La Fuerza de las cosas, cuenta: "Atravesamos bosques donde las bellotas sirven de alimento a los hombres y tuvimos deseos de visitar el valle de las Hurdes, revelado antes de la guerra por la película de Buñuel." De Beauvoir describe, a continuación, las paupérrimas condiciones de vida de la hoy próspera comarca extremeña y añade: "No había ni una luz, ni una voz, algunas puertas se abrían ante una silenciosa oscuridad donde se amontonaban bestias y gentes: a nosotros también se nos helaban las palabras en la boca." Un año antes de visitar las Hurdes, de Beauvoir escribía, también desde España, a Jean Paul Sartre, su compañero hasta la muerte, comunicándole que desde Andalucía subiría con su amante a Madrid por Extremadura. En La fuerza de las cosas, la escritora francesa apuntaba: "La derrota es una desgracia; es imposible sobrevivir a ella sin pactar con aquello que se detesta...Estos campesinos que nunca hacían el menor gesto para detenernos, sabían sin embargo que los ricos no eran sus amigos, se mostraban estupefactos cuando les proponíamos subir y una anciana hasta creyó que la queríamos secuestrar. Una noche hicimos subir a un hombre de mucha edad que llevaba una gran bolsa: '¿A dónde va?' 'Pues, ¡...a la capital!' dijo con gesto noble; hablaba de Badajoz, a 70 kilómetros de allí. 'Está lejos'. '¡Ya lo creo!' Hubiera caminado toda la noche." 

Casi medio siglo después, Simone de Beauvoir puede decirse que regresó a Badajoz con nuestro montaje de "Mujer rota". Una Extremadura que no reconocería y que ha dejado atrás "la silenciosa oscuridad que le helaba las palabras en la boca." 

Va siendo hora que demos las gracias a la prensa regional por su generosa cobertura de nuestras iniciativas durante la década de los 90. Tanto el Hoy (su director Teresiano Rodríguez, el redactor jefe, Manolo López y la periodista Merche Barrado) como el Extremadura (Liborio Barrera) siempre se interesaron por lo que nos traíamos entre manos para contribuir a animar el panorama teatral de la región. Reportajes amplios, rigurosos y entretenidos que encontraban un hueco en las páginas de Cultura y servían para convocar a los lectores a los distintos teatros donde representábamos nuestras obras. Éramos conscientes de nuestra responsabilidad y siempre intentamos dar lo mejor de nosotros mismos...un poco como ahora.

Eugenio Amaya

Aran Dramática


 









No hay comentarios:

Publicar un comentario