sábado, septiembre 04, 2021

"En Familia", corruptelas de andar por casa


 Tras "ensañarnos" en "Anomia" con la corrupción de políticos en una capital de provincias, decidimos volcar la mirada sobre nosotros mismos, los ciudadanos de a pie. "En Familia", escrita y dirigida por quien firma, se proponía reflexionar en clave de comedia sobre las corruptelas de una agrupación familiar de clase media que cae en la tentación de prosperar bordeando y traspasando los límites que impone la legalidad vigente. Un pretexto tan válido como cualquier otro para hacer reír a los espectadores y que, simplemente, pasasen un buen rato y, a ser posible, se identificaran con los personajes de la obra, sus tribulaciones y peculiaridades.


El reparto del estreno: María Luisa Borruel, Quino Díez, Elías González, Beli Cienfuegos, Pablo Bigeriego (luego sustituido por Francisco Blanco) y María Bigeriego (sustituida en gira por Pilar Brinquete). Colaboración a través de videoproyección de José Gandía. El equipo técnico-artístico: Claudio Martín (escenografía); Javi Mata (iluminación); Oscar López Plaza (música); Pepa Casado (caracterización); Koke Rodríguez (sonido); mai saki (fotografía); Rocío Sánchez Rodríguez (promoción); Fernando Nieto y Jorge Moraga (diseño de carteles); Mercedes Barrientos (ayudante de producción); Jorge Moraga (ayudante de dirección) y Manuela Vázquez (producción ejecutiva). Una coproducción de Aran Dramática y la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura con la colaboración del portal Idealista y el Programa Platea del INAEM.



En nuestro blog, con ocasión del estreno en el Teatro López de Ayala dentro de la programación del Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz el 26 de octubre de 2015, resumíamos la trama de la obra: "En Familia, como su título indica, pone la mirada en una familia de clase media que se sumerge en la picaresca para vender un piso en primera línea de playa al intermediario de un mafioso procedente de la Madre Rusia que recala en España en busca de un soleado santuario para seguir desarrollando las actividades propias de su vocación delictiva. Nuestra familia tiene problemas urgentes que resolver. De ahí que los escrúpulos morales pasen a segundo término acarreando consecuencias inesperadas." 


Todos los personajes de "En Familia" tienen ilegalidades que ocultar, pequeñas miserias que buscan resolver problemas inmediatos. Las prácticas delictivas de andar por casa se entrecruzan y provocan situaciones que, a juzgar por la reacción del público, provocan hilaridad y, en el caso del autor-director, un enorme alivio porque, sin recurrir a la brocha gorda, se consiguió establecer una sana complicidad con los espectadores. 








El título de la obra exigía que el espectador percibiera a los intérpretes como integrantes de un universo familiar convincente y reconocible, capaz de propiciar el nexo de unión entre escenario y patio de butacas, compartiendo un mismo entorno. Que la "teatralidad" no se notara aunque estuviera presente en la dicción, la expresividad, el ritmo, el dominio del espacio, la caracterización meticulosa de cada personaje y la atmósfera derivada de las relaciones entre ellos. Para ello era necesario constituirse en familia en la sala de ensayos y nada más fácil que entrar en el juego con un elenco de intérpretes, excelentes profesionales todos ellos, creando un clima de compañerismo y buen rollito, muy propios del ser extremeño, terrenal y juguetón. Conjugar rigor con desparpajo y, desde la dirección, crear las condiciones para que la magia se produjera.













Y había que estrenar. Nada menos que en el Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz (otra vez Miguel Murillo apostando por nosotros). Como autor-director era mi primera y novedosa experiencia: una comedia diseñada para hacer reír al público. Recordaba la desternillante película británica basada en la obra teatral del mismo nombre, "Qué ruina de función" ("Noises off"). En ella el director de una comedia teatral (teatro dentro del teatro), interpretado por Michael Caine, se posicionaba, angustiado, fuera del patio de butacas e iba contando las risas del público. Terror expectante entre risa y risa. Afortunadamente, llegó la recompensa. Risas a tutiplén, aplausos durante la función y ovación final. La guinda del pastel, el reconocimiento de la crítica. José Manuel Villafaina, en Artezblai, escribía: "La obra, es una pieza tragicómica inspirada, hábil, bien armada, con diálogos naturales, expresiones certeras y perfiles bien observados de personajes, de la clase media española, envueltos en lances ­inesperados y tensión creciente, donde van aflorando los secretos y sospechas de la implicación en distintas formas de corrupción..."


Concluía Villafaina: "En la interpretación intervienen seis actores entregados que dan lo mejor de sí, llenando de organicidad sus roles. María Luisa Borruel (Alicia), que sigue al pie del cañón con un certero instinto teatral admirable de maña y arte, luciéndose como una madre que intenta colocar a su hijo en una entidad oficial amañando la oferta de empleo; Quino Díez (Fulgencio), actuando pletórico de recursos hilarantes muy bien perfilados, en un padre que vende una vivienda requiriendo que parte del pago se haga con dinero negro; Elías González (Miguel), impecable de matización, de compostura del personaje, demostrando un talento y oficio en progresión constante dando vida a uno de los hijos de Alicia y Fulgencio, un genio del ordenador con un contrato basura que le lleva a tener que complementar sus ingresos vendiendo droga; Beli Cienfuegos (Teresa), moldeando su rol, plagado de pequeños y formidables detalles cómicos, de una sirvienta doméstica que suministra al joven la hierba que su marido cultiva en casa; María Bigeriego (Luni), actriz de muy buen ver que cumple cabalmente su papel de novia desequilibrada de Miguel, al que pone los cuernos con el jefe consiguiendo prebendas; José Gandia (Julio), hermano de Miguel -liberado en Londres- exhibiendo naturalidad y verosimilitud desde una pantalla perfectamente sincronizada con la escena; y Pablo Bigeriego (Antúnez), mostrando pericia y seguridad dramática como un astuto y cínico abogado (citando frases bíblicas) al servicio de cierta mafia rusa que compra viviendas en el país, beneficiándose del ajuste de precios que ha motivado el pinchazo de la burbuja inmobiliaria."



A su vez, Paco Collado, en su blog El Gabinete de Kaligari, reseñaba: "
La perdida de 'virginidad' del Eugenio Amaya director, hacia la introspección del autor, se produjo en la gestación de 'Anomia'. Difícil dualidad, solo reservada a escasos oficiantes. El público ríe el desparpajo de las situaciones, aplaude y agradece el dinámico y satírico montaje. Sonríe con el padre (excelente Quino Diez) que pretende medrar realizando los mismos actos delictivos que crítica ante el televisor. Ríe también con la sirvienta que borda; con su buen hacer; Beli Cienfuegos, y cuyo marido sobrevive del 'trapi'. Fresco y espontáneo, Elías González como el hijo que vende hierbas nada aromáticas. Humana y eficaz interpretación de la madre creada por Maria Luisa Borruel. Hay un notable manejo del espacio escénico y el ritmo. Teatro cercano, texto de actualidad...Una compañía extremeña. Una obra notable. Doble placer."


"En Familia" tuvo vida después del estreno. Cambio de parte del reparto, como decíamos anteriormente, y pequeña gira por la Red de Teatros de Extremadura, Jerez de la Frontera, Teatro Real Carlos III de Aranjuez y el Teatro Fígaro de Madrid. Conectó con el público compensando el precio de la entrada con risas, diversión y reflexión amable sobre nuestras miserias, afectos y valores. Comentaba Horacio Otheguy Riveira en Culturamas: "Desde Badajoz a Madrid, de capital histórica a la capital del reino, con una Compañía teatral que hace honor al clásico arte de interpretar la realidad, el día a día, entre sonrisas. En familia por Aran Dramática es una espléndida caricatura del «tanto tengo tanto valgo» sumado al todo vale porque prima el consabido «haz lo que yo digo pero no lo que yo hago». Una divertida comedia de enredos con el fondo amargo de la corrupción que a todos nos asiste… aunque miremos para otro lado."








Añadía Otheguy: "Toda la trama se expresa en una puesta en escena muy ágil con diálogos chispeantes, incisivos o muy tiernos entre aguijones que las propias situaciones provocan. Padre e hijo se pican con mucha gracia, profundizando en lo mucho que tienen en común: el muchacho ya muy crecido que se borra de los problemas con videojuegos de acción y el papi que se pone los cascos para ver a su equipo de fútbol mientras las mujeres dirimen cuestiones de fondo...Quino Díez (Anomia, Coriolano, La Torre) y Elías González (Anomia, Coriolano), padre e hijo, respectivamente, reflejan los muchos años que llevan trabajando juntos: cada escena de rifirrafe tiene un gratificante juego de humor y rabia concentrada propio del mejor teatro costumbrista. A su lado, la madrísima va a cargo de la gran María Luisa Borruel (Anomia, Coriolano, Tejas verdes), quien con apenas un par de mohínes ya configura personaje y le da vida con admirable prestancia. Tres personajes secundarios que resultan fundamentales en la trama cuentan con muy eficaces intérpretes, cada uno con dos caras muy bien plantadas: Beli Cienfuegos es la asistenta simpática y astuta, que pasa del «sí señora, no señora» al menudeo de droga sin inmutarse (homenaje del autor a las clásicas comedias donde las criadas divierten con ingenio y dan en la diana con espontáneos conocimientos de causa), Pilar Brinquete es la rubia pizpireta que va de ingenua provocativa para explotar mejor oscuros intereses. Por su parte, Francisco Blanco en breves apariciones infunde el miedo característico del sátrapa que va de sencillamente encantador, miedo bien ejecutado para la ingenuidad de los espectadores que lo sospechamos todo, pero los protagonistas no. Aran Dramática es una gran compañía con sede en Badajoz, Extremadura, fundada en 1990, y desde entonces abocada a producciones de gran calidad. Pena da que no la veamos más a menudo por Madrid. Aún recordamos con entusiasmo cuando en 2012 nos presentara en la sala De la Princesa del María Guerrero, Anomia, también escrita y dirigida por Eugenio Amaya: una obra maestra que desmonta un caso de corrupción con ramificaciones en un imaginario Ayuntamiento. La raíz política tenía entonces una actualidad que hoy desborda los medios de comunicación y las sobremesas familiares, pero las cadencias teatrales superaban el mero discurso ideológico logrando una función con memorables sutilezas y grandes interpretaciones entre las cuales destacaban tres de los aquí presentes."




Teatro Fígaro, Madrid 

Teatro Fígaro, Madrid 


Conclusión provisional: en teatro, la libertad es el bien más preciado. Tratar los temas que uno considera útiles de forma que atrapen el interés de los espectadores y espectadoras y salgan del teatro complacidos y satisfechas. "Reflexionar deleitando", parafraseando a Lope de Vega, regala satisfacciones y te mantiene vivo y alerta como creador. A veces, haz de lidiar con la falta de curiosidad de programadores y envainarte frustraciones, pero no estamos aquí para quejarnos. El objetivo es perseverar, confiar en el talento y entrega de todos y todas quienes nos acompañan en nuestras diversas aventuras. Así hemos llegado hasta aquí.

Eugenio Amaya

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