domingo, octubre 29, 2023

Sobre el 46 Festival Internacional de Teatro de Badajoz


Decía Anton Chéjov, el eminente autor ruso que, paseando por su ciudad, miraba a los ojos de la gente y se preguntaba si encontrarían esas personas, ocupadas en sus asuntos, algo de interés en lo que él escribía y ponía sobre la escena. En calidad de director artístico del Festival Internacional de Teatro de Badajoz, durante semanas se hacía uno similar pregunta. ¿Acudirán los ciudadanos de esta gran ciudad transfronteriza del suroeste peninsular al Teatro López de Ayala y vivir las experiencias propuestas por la programación del Festival? Al parecer, así ha sido


El reto es siempre hacer un uso responsable e imaginativo de los fondos públicos asignados al Festival. A lo largo de todo el año se trata de elegir lo más selecto entre los espectáculos ofrecidos por compañías, distribuidoras y entidades varias y, sobre todo, lo más gratificante, buscar en el amplio y extenso panorama nacional de las artes escénicas, aquello que no es moneda común, las joyitas escondidas en el tumulto de la oferta masificada. Esto último es lo que más satisface y enorgullece cuando el público, puesto en pie, premia el talento desconocido con ovaciones de un entusiasmo auténtico. 


En esta época de Inteligencia Artificial amenazando con engullir todo lo que se mueve, las artes escénicas ofrecen un santuario, una especie de premio de consolación al alma humana. No todo está perdido. Seguimos siendo un reducto que fusiona a artistas y espectadores en un acto irrepetible en un mismo espacio compartido. Parafraseando a Alessandra García en un momento de su "Mujer en cinta de correr sobre fondo negro", no sólo somos entretenimiento, que también, somos cultura y nos crujimos la cabeza para haceros pensar y sentir. 


El Festival Internacional de Teatro de Badajoz tiene un sello: buscar la calidad y excelencia allí donde se encuentren, conectar con los espectadores sin subestimar su sensibilidad e inteligencia, llamar la atención del público joven e introducirlo en un mundo fascinante alejado de las pantallas y, no menos importante, ofrecer a los profesionales de las artes escénicas de nuestra región una fuente de inspiración, a través de espectáculos y talleres, que les permita crecer y fomentar su creatividad. Así es si así os parece. Hasta más ver.

Eugenio Amaya

miércoles, enero 11, 2023

Sobre "Un espía privado", la correspondencia de John le Carré

 


"Tenemos que seguir escribiendo, seguir creando, es la única arma contra la muerte." Así escribía John le Carré, (David Cornwell) poco antes de cumplir setenta años, a su mentor Vivian Green que había de servirle como modelo de su personaje más famoso, el sagaz y enigmático espía George Smiley. Escritor multimillonario, agente de los servicios secretos británicos (MI5 y MI6) en cargos no muy relevantes durante poco más de una década, humanista, agudo observador de la actualidad y compasivo analista de la condición humana y sus múltiples contradicciones, le Carré se mantuvo vigente en su creación literaria hasta el último suspiro. Falleció el 12 de diciembre de 2020 a los 89 años y es considerado el maestro de maestros en el género cada vez más popular de la novela de espionaje.


Recorrer su correspondencia a lo largo de toda una vida resulta una lectura apasionante que destila un vitalismo sobrio impregnado de melancolía. Si se es admirador tanto de su extensa obra como de las películas y series televisivas basadas en ella, se hace fácil establecer desde el principio una complicidad como si se fuera uno más de sus muchos y variados correspondientes. Ayuda su sentido del humor anglosajón, seco, irreverente consigo mismo, corrosivo con los que manejan los hilos del poder y estimulante con los necesitados de un espaldarazo en momentos de aflicción. Su madre abandonó el hogar familiar cuando el escritor era un niño de cinco años de edad y su padre dedicó su vida a estafar todo lo que se moviese a su alrededor, conocidos, amigos y desconocidos, involucrando a su hijo en tretas y estratagemas millonarias, así como en fraudes de poca monta que llevaron al progenitor a la cárcel en más de una ocasión. Eso marca. Lean "Un espía perfecto" y comprobarán como la ficción emana de la realidad padecida. 

"Volar en círculos", ensayo autobiográfico en el que le Carré habla de su padre.

A pesar de sus éxitos de ventas, a le Carré le mortificaba ser considerado la estrella de un género menor, "la novela de espionaje". Él hacía literatura aunque era consciente de que al lector había que darle lo que pedía sin caer en el estancamiento ni en la repetición de fórmulas architrilladas. De ahí sus cartas de agradecimiento a eminencias de la literatura "seria" como Philip Roth o el autor teatral y guionista Tom Stoppard cuando alababan su prosa y maestría en el uso del lenguaje. Le Carré se consideraba un "reescribidor". El proceso de elaboración de sus novelas era complejo y tortuoso. A una ardua primera fase de investigación que implicaba viajar a zonas de peligro de la geografía mundial, entrevistas con personas de carne y hueso que se convertirían en personajes literarios, contratación de guías y colaboradores, a todo ello seguía el proceso de creación y sus múltiples borradores que eran sometidos a las opiniones de los diversos editores que tuvo a lo largo de su carrera, amigos de cuyo criterio se fiaba y su segunda esposa, Jane, que hacía de secretaria, asesora, supervisora de las finanzas familiares y persona de confianza que pasaba sus textos escritos a mano al ordenador. Le Carré era disléxico y leía muy lentamente, tanto los libros de otros como los manuscritos propios. 


No todo el monte era orégano en casa. En las cartas dirigidas a Jane, le Carré le declaraba su amor y su gratitud infinita por perdonarle sus deslices extramatrimoniales sin nombrarlos. Sobre este tema, hay poco en la correspondencia publicada: una carta de despedida a una de sus amantes y someras alusiones a una aventura con la pareja de uno de sus mejores amigos. Jane falleció pocos meses después de la muerte del escritor. 

En el intercambio epistolar con responsables de las distintas editoriales que publicaron los libros de le Carré a lo largo de su carrera, es posible conocer las presiones y servidumbres de la industria editorial (no soportaba las entrevistas ni las giras promocionales), así como los rigores de la inseguridad creativa propia. "Entre la autenticidad y la verosimilitud, prefiero ésta última", escribía le Carré a un receptor de sus lamentaciones en momentos de no saber por dónde tirar. "Decidme lo que no funciona, pero no me hagáis recomendaciones de cómo arreglarlo", escribía a un ejecutivo de una casa editorial. En todo caso, siempre se mostró agradecido con quienes colaboraron en sus distintos proyectos y hasta les pedía permiso para incluirles en el capítulo de agradecimientos por si no quisieran verse involucrados en las posibles polémicas tras la publicación de sus novelas. 


Otra faceta de John le Carré fue su implicación en la cosa pública: la crítica a la participación del gobierno de Tony Blair en la guerra de Irak, la manipulación en el referéndum del Brexit, los desmanes de la industria farmacéutica reflejada en la novela y posterior película "El jardinero fiel", y el papel de la City londinense en el blanqueo de capitales de la mafia y oligarquía rusa ("Un traidor como los nuestros"). En una carta dirigida al presidente de la BND, el Servicio Federal de Inteligencia alemán con quien le Carré había trabado amistad, el escritor decía: "Un político le cuenta una mentira a un periodista. El periodista la publica. El político lee la noticia y se la cree. La mentira se convierte en realidad". 

Hay que recordar que los primeros libros de le Carré tenían como telón de fondo la guerra fría y la obra que le lanzó al universo de la popularidad literaria mundial fue "El espía que surgió del frío", publicada en 1963, dos años después del levantamiento del muro de Berlín. A lo largo de toda su obra, lo que destacaba en las tramas de le Carré, aparte de una intriga tejida con sutileza, verosímil y a la vez complicada, eran los personajes moralmente contradictorios, sumergidos en un mundo plagado de dudas y peligros en los que el amor y la amistad eran tan frágiles y necesarios como la falta de escrúpulos y el instinto de supervivencia, aderezados en ocasiones por las ansias de poder y el miedo al fracaso. De ahí la fascinación que la obra de John le Carré ejercía en el lector de medio mundo.


En octubre de 2018, le Carré se sintió mal y acudió a un hospital privado londinense donde por cien libras le presentaron con el siguiente diagnóstico: "el médico me dijo que lo lamentaba mucho, pero que me estaba muriendo y que era demasiado tarde para operar. Le di las gracias por tan útil información..." Le Carré sobrevivió dos años al diagnóstico. En junio del 2001 había escrito a su mujer, Jane y a sus hijos, unas directrices y sugerencias para cuando pasase a mejor vida: "En la ceremonia, que mis hijos digan algo agradable sobre mí y que luego celebren una fiesta feliz en presencia de cuantos nietos puedan estar presentes. Jane puede pronunciar algunas palabras si así lo desea, pero no es obligatorio...Encuentren consuelo en el hecho de que he tenido una vida asombrosa. En contra todo pronóstico, pasé de ser un hombre malo a uno mucho mejor...A veces, puedo perdonarme, otras no. Espero que vosotros podáis. Por favor, intentadlo. Aportará a vuestra felicidad".

El libro "A Private Spy: las Cartas de John le Carré" fue editado por su hijo, el periodista Tim Cornwell. A los pocos días de entregar el libro a la Editorial Viking, Tim falleció de una embolia pulmonar a los sesenta años.

Eugenio Amaya

sábado, octubre 29, 2022

Bien está lo que bien acaba: 45 Festival Internacional de Teatro de Badajoz

 

Ecos de melancolía cuando cae el telón tras la última representación de lo que fue el 45 Festival Internacional de Teatro de Badajoz. Se acabaron los vinitos compartidos antes de cada función con Miguel Ángel Jaraíz (gerente del López de Ayala) y Willy López (director del teatro), valorando lo acontecido la noche anterior, especulando sobre la recepción del público ante lo que viene, analizando, discrepando amablemente en ocasiones, echando unas risas (¡qué tabla de salvación es el sentido del humor!) y, de paso, reflexionando sobre lo divino y humano, como suele decirse.

Es bueno entusiasmarse, alabar los méritos de los artistas programados, añorar la presencia de los que no han asistido, felicitarse por los comentarios de los espectadores, diseccionar las cualidades y atributos, en ocasiones carencias, de los factores que rodean las artes escénicas en nuestro país y el mundo mundial. Todo ello desde, y perdonen la cursilada, el amor que se comparte por aquello que ha unido nuestros destinos: las artes escénicas en todas sus manifestaciones. Y nos felicitamos, también, por el despliegue de entrega y profesionalidad que ha demostrado una vez más el equipo técnico del López, el personal de oficina del teatro y los componentes de Aran Dramática. Dejamos bien alto el pabellón del buque insignia de la actividad cultural en nuestra ciudad. Y, además, el regalo de la tremenda satisfacción que nos trae el deber cumplido.

Ha sido un placer. ¡Larga vida a las artes escénicas y al Festival Internacional de Teatro de Badajoz!

Eugenio Amaya

Dirección Artística

Festival Internacional de Teatro de Badajoz

Aran Dramática 


viernes, octubre 07, 2022

45 Festival Internacional de Teatro de Badajoz

Del  viernes, 14 de octubre, al jueves, 27 del mismo mes, se celebra en el Teatro López de Ayala, la cuarenta y cinco edición del Festival Internacional de Teatro de Badajoz.


"Raven", de Still Hungry (Alemania)

Cuarenta y cinco años de presencia permanente en la programación teatral de una ciudad de más de ciento cincuenta mil habitantes de diverso pelaje y variadas inquietudes. El Festival siempre ha tenido como objetivo conectar con el público y ofrecer calidad en sus múltiples facetas, así de simple y resumiendo. Esta vez, el López de Ayala estrena una nueva dirección, Ángel Luis López (Willy, para los más cercanos) que sucede a Miguel Murillo que enalteció el cargo durante 26 años. Transición fluida y siempre con el ánimo de aquilatar lo conseguido que no ha sido poco. Seguir creciendo, explorando, haciendo los deberes, adaptándose a los contratiempos, en definitiva contribuir a la dinamización cultural de la metrópoli transfronteriza más importante del suroeste español. En este contexto celebra el Festival Internacional de Teatro de Badajoz su 45 cumpleaños.


No se preocupen, no voy a soltar un rollo desmenuzando la programación. La pueden consultar pinchando en la enumeración que incluiré más adelante. Sencillamente, he de decir que los espectáculos seleccionados a lo largo de meses en estrecha colaboración con Willy y con el apoyo de gestión administrativa de Miguel Ángel Jaraíz (gerente del teatro), así como la entusiasta complicidad de todo el equipo del López de Ayala y de Aran Dramática, reflejan una manera, y perdonen la cursilada, de "sentir" las artes escénicas. Ni mejor ni peor que la de los demás. Las charlas con Willy en su despacho o en la terraza adyacente al teatro, sirvieron para aclarar conceptos, deleitarnos en la asunción de riesgos teniendo muy claro que el Festival, patrocinado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura, es un evento financiado con el dinero de los ciudadanos a los que no se les puede dar gato por liebre. Sentido de la responsabilidad. Y ganas de disfrutar y compartir con los espectadores potenciales, el placer del descubrimiento del talento ajeno. 


Las artes escénicas, cuando hay búsqueda de la excelencia, rigor, profesionalidad (en el mejor sentido del término), sensibilidad estética y de la otra, capacidad de emocionar, sorprender, deslumbrar, provocar la reflexión y divertir, en vivo y en directo, siguen sin tener parangón. De momento, no hay nada que se les acerque, como bien saben aquellos que han experimentado desde el patio de butacas la fascinación por el "aquí y ahora".  Vengan, exploren y disfruten del regalo de lo auténtico. Feliz 45 cumpleaños, Festival Internacional de Teatro de Badajoz y aquí va la programación: pinchen en los enlaces y, si se animan, compren abonos y/o entradas en la taquilla del teatro y en la web del Teatro.

Jerusalem, Poi, Las hermanas de Manolete, La Infamia, Una vez una casa, Prime, el cristal y la hiena, Raven, Cabezas de cartel, Falamos? Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, La caminata de los elefantes, Espejismo-Metamorfosis de una cucharilla, Petróleo, Ovidia y Cluster.

Eugenio Amaya

Dirección Artística

Festival Internacional de Teatro de Badajoz

Aran Dramática



domingo, agosto 07, 2022

"Inteligencia", nuestra modesta aportación al 20 aniversario del CNI


 "Inteligencia" es una ficción teatral (cualquier parecido con personas vivas o muertas es pura coincidencia) que pretende, humildemente, introducirse en el llamado mundo de los "servicios secretos", sin ánimo exhaustivo ni pontificador. Este año se conmemora la fundación en su actual formato del Centro de Inteligencia Nacional y nosotros, a nuestra manera, nos apuntamos a la celebración.

Tras “Anomia”, coproducción con el Centro Dramático Nacional, estrenada hace diez años en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero y candidata a los Premios Max en la categoría de Mejor Autoría Teatral, nos sumergimos en esta nueva obra protagonizada por María Luisa Borruel y Quino Díez, escrita y dirigida por Eugenio Amaya en la que la actualidad se convierte en materia teatral...al igual que sucedió con "Anomia" hace casi exactamente una década. Material escénico inédito en nuestro panorama teatral...de momento.

foto de Mai Saki. "Anomia" en el CDN. Quino Díez y María Luisa Borruel

El mundo de los servicios de inteligencia ha sido ampliamente tratado en la literatura, el cine y las series de televisión. Los lectores y espectadores de nuestro país tienen una visión extensa del funcionamiento del espionaje internacional y de las agencias de inteligencia de países como el Reino Unido, Francia, Estados Unidos, entre otros, pero son escasísimas las recreaciones del funcionamiento de nuestro propio aparato de inteligencia. Es por tanto, la intención de nuestro “Proyecto Inteligencia” contribuir desde la ficción teatral, a descubrir y reflexionar sobre una de las estructuras del Estado más importantes y de mayor impacto en la vida ciudadana aunque su funcionamiento sea poco conocido y la labor de sus funcionarios y funcionarias no disponga del reconocimiento que merecen.


Duelo interpretativo protagonizado por dos baluartes del teatro extremeño, María Luisa y Quino, que ya han demostrado su excelente química en el escenario con "Anomia", "Coriolano" (ambos fueron candidatos a los Premios Max en las categorías Mejor actriz/actor de reparto) y "En Familia". Arrancamos los ensayos suavemente, sin prisas, sin ir a buscar el resultado presos de la ansiedad. Hay que permitir que las palabras se asienten, que nada "suene a texto", que la investigación realizada no bloquee la imaginación ni atenace la búsqueda de los personajes. Abrir la puerta al inconsciente para que, cuando aparezca, nos sorprenda a todos. Son seres humanos insertos en un mundo que, a la gran mayoría, nos es desconocido, pero para eso está Internet y la documentación literaria generada por estudiosos de los servicios de inteligencia, por ex miembros del Centro e incluso por agentes en activo que publican con seudónimo. La clave está en los detalles, menos espectaculares que los titulares de prensa, pero tremendamente reveladores.


En Aran Dramática, para bien o para mal, somos adictos al riesgo. Lo difícil nos entusiasma. Confiamos en el público, en su sensibilidad, su sentido de la curiosidad, su desinteresado afán de pasar un buen rato cuando se apagan las luces del patio de butacas. Nosotros jugamos y los espectadores, también...pero hay que resultar "creíbles" en escena y no dar gato por liebre. En el caso de "Inteligencia", doblamos la apuesta. Al autor-director le tiemblan las piernas, pero cuando surge, resplandeciente, el talento y la entrega de los intérpretes, vuelve la tranquilidad y uno se zambulle en el proceso creativo con confianza y renovados bríos. 


Decía John Le Carré que “Hay interrogatorios que no son interrogatorios, sino la comunión entre dos almas doloridas...” En "Inteligencia" hay una situación única, un interrogatorio. Los protagonistas son profesionales del Centro con larga y eficaz trayectoria a sus espaldas, colegas y amigos, pero los vínculos de amistad no son relevantes cuando se trata de desenmascarar una traición. No olvidemos que es teatro, y, en teatro, lo fundamental es entretener y no aburrir. Están los mimbres para que así sea. Reanudaremos pronto los ensayos y confiamos en que el espectáculo encuentre su público una vez estrenado. Confiamos en ello. Os mantendremos informados e informadas.



Eugenio Amaya 

Aran Dramática

domingo, abril 10, 2022

La Cultura de la Inteligencia

 

En su libro "Los Hombres de la Niebla", Pablo Zarrabeitia  (seudónimo), miembro en activo de nuestro Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que ha obtenido autorización para recrear sus experiencias a través de la ficción (la ex secretaria general del Centro, Elena Sánchez Blanco, firmó el prólogo de su primera novela "El alma de los espías"), el protagonista propone la siguiente reflexión: "El ser humano es un animal de manada, como los lobos. Está hecho para compartir, no para ocultar; para mostrar, no para esconder". ¿Qué hay más teatral que personajes obligados a vivir en una contradicción permanente...al servicio del Estado, velando por nuestra seguridad e inmersos en el peor de los mundos, tanto fuera como dentro? El mundo de los secretos que, como apunta John Le Carré en su libro "El peregrino secreto", es un mercado como el de la droga donde el producto se compra y se vende al mejor postor o al más viable.

Cada vez más, irrumpen en el mercado literario de nuestro país, testimonios autobiográficos, novelas basadas en hechos reales, trabajos de investigación rigurosos y divulgativos (el gran pionero es Fernando Rueda, periodista, escritor, articulista y divulgador nocturno los fines de semana en un excelente programa radiofónico), material al alcance de cualquiera que sienta curiosidad por la razón de ser y las líneas de actuación de nuestros servicios de inteligencia. Hasta hace muy poco, no éramos conscientes de la importancia del espionaje y del papel que juega en nuestras vidas. Nos parecía distante, anecdótico, ficción literaria, peliculero. Con la guerra de Ucrania, los medios de comunicación han incluido entre sus protagonistas a una legión de expertos en geoestrategia, en guerra cibernética, en información y desinformación, en infiltración, en suma en "inteligencia" y en las repercusiones que todo este arsenal tiene en nuestra cotidianidad. Y, nuevamente, lo más interesante y estremecedor es la dimensión humana del tema. 


Inspeccionando la amplia bibliografía, navegando en las fuentes abiertas de Internet, empezó un día a activarse mi imaginación. Se produjo el "si mágico stanislavskiano", ¿qué pasaría si...? De esta exploración, surge "Inteligencia", nuestro próximo proyecto teatral. En las referencias bibliográficas aparecen los personajes de carne y hueso, al fin y al cabo los agentes secretos son seres humanos, sometidos a las servidumbres de sus pasiones, sus miedos, sentido del deber, contradicciones, deseos y añoranzas, sus impulsos, dudas, muchos de ellos jugándose la vida en el empeño de servir al Estado, al gobierno, a los ciudadanos. Con sus luces y sombras. Este año se cumple el 20 aniversario de la creación del Centro Nacional de Inteligencia en su actual formato. Nosotros celebramos esta efemérides con "Inteligencia", escrita y dirigida por quien firma estas líneas y protagonizada por María Luisa Borruel y Quino Díez. Estreno en los últimos días del verano. Os mantendremos informados e informadas...y pinchen en los enlaces. Son interesantes.

Eugenio Amaya

Aran Dramática

domingo, abril 03, 2022

"Inteligencia": el Espionaje llega al Teatro

 

Son tiempos de incertidumbre...otra vez. Crisis económica, pandemia, "operación militar especial" en Ucrania, huelgas, inflación, confusión generalizada, andanadas mediáticas plagadas de expertos, el fantasma de la penuria acechando a la vuelta de la esquina, ¿qué les voy a contar que no sepan o estén viviendo en carne propia? Ahora, más que nunca hay que hacer uso de la Inteligencia, es decir de nuestros servicios secretos que velan en la sombra por nuestro bienestar. La información es poder, como todo el mundo sabe, y hay personas de carne y hueso como nosotros, que se juegan la vida muchas de ellas, para proteger nuestros intereses. Son los llamados "espías", colectivo del que poco se sabe y cuya importancia para que sigamos tomándonos un café con los amigos, irnos de vacaciones y acudir todos los días a nuestro puesto de trabajo, es vital.


 ¿Y qué pinta el teatro en todo esto? Hace diez años, la corrupción política y su complicidad con la especulación inmobiliaria de la época, tampoco se paseaba por los escenarios de nuestro país hasta que llegó "Anomia", nuestra coproducción con el Centro Dramático Nacional que se estrenó un 25 de septiembre de 2012 en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero. Cuando te adentras en el mundo del espionaje, descubres que no todo es como se presenta en las películas o series de televisión...ni en la propaganda oficial ni en las filtraciones interesadas. Navegando en las fuentes abiertas de Internet (OSINT), indagando en foros especializados, devorando la extensa literatura en libros publicados por especialistas, geoestrategas, ex-agentes y agentes en activo que escriben bajo seudónimo, va apareciendo una realidad más terrenal, más reconocible, más propia de la condición humana a la que el teatro siempre ha servido de espejo. HUMINT, la inteligencia humana.

              foto: mai saki

"Inteligencia", nuestro próximo proyecto, escrito y dirigido por quien firma estas líneas y protagonizado por María Luisa Borruel y Quino Díez, es un intento de acercar al público a lo que se cuece en esa realidad paralela de la que los servicios de inteligencia son componente fundamental. Y, claro que habrá intriga, emociones, conflictos, "humor inteligente", revelación de secretos inconfesables, desinformación en toda regla, cercanía, desconfianza, amor, pérdida, nada de lo que es humano le será ajeno. Al fin y al cabo, es teatro. Una nueva aventura que emociona y, por qué no decirlo, aterroriza como todo proyecto teatral que se precie. En él nos volcaremos con la ilusión y entrega de siempre y esperamos que el público pase un buen rato, descubra cosas, se entretenga, se emocione, se sorprenda y extraiga sus propias conclusiones. Os mantendremos informados e informadas.

A continuación, fotos de "Anomia" captadas por Mai Saki durante las representaciones en el CDN. María Luisa Borruel y Quino Díez, los protagonistas de "Inteligencia". 

Eugenio Amaya

Aran Dramática